1940 - 1960

El Milagro de Maserati

1940

Hora de volver a brillar: 

Belleza icónica

en un nuevo mundo

En Maserati, la nueva dirección de Orsi aspiraba a conservar ese espíritu de familiaridad entre los trabajadores y a consolidar la estabilidad financiera.

Con una economía floreciente y un clima de optimismo renovado, Maserati consiguió crear algunos de los coches más apreciados de la época.

Esta década presenció a las leyendas de la competición, el británico Stirling Moss y el argentino Juan Manuel Fangio, al volante del icónico 250F. Con su Maserati, Juan Manuel Fangio ganó dos campeonatos de F1.

Este triunfo fue solo la punta del iceberg del éxito que experimentó Maserati.

1957

La empresa empezó a producir series limitadas de automóviles de gran turismo y coches biplaza, escuchando las demandas del público que había desarrollado un cierto gusto y fascinación por la velocidad.

El 3500 GT, también conocido como la «Dama Blanca», estaba destinado a convertirse en uno de los Maserati más hermosos de todos los tiempos.

1958

Espíritu de competición

El 3500 GT no fue el único héroe de Maserati en los años cincuenta, y la historia de la competición de Maserati en esta época no se limitó a Fangio y Moss, leyendas de la pista.

La piloto de carreras italiana, Maria Teresa De Filippis, compitió y ganó la cronoescalada Catania-Etna en 1955 y, en 1958, consiguió su mayor logro: ser la primera mujer en competir en dos Grandes Premios de Fórmula Uno, en un Maserati.

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